Las pajillas serán las lagañas de tus fotos del futuro.

¿Por qué si las noticias (ambientales) anuncian con orgullo cada lugar de moda que deja el uso de las pajillas plásticas, no se pone de moda dejar de usarlas? Cada día seguimos viendo publicaciones de gente que presume de sus bebidas y postres adornadas con este peligroso contaminante del océano como si fuera algo bueno?

Imágenes de portada en orden:  @sharejosie @route.usa & @disfunkshionmag


Tengo una foto muy linda de cuando era bebé, mi papá me tiene en brazos y mi mamá junto a él nos abraza a los dos. Pero mi papá además sostiene un cigarro que ya va fumado por la mitad en una de sus manos, en una de sus manos con que me tiene en brazos. No se veía mal en los ochentas, de hecho todavía la gente fumaba en los autobuses y en los hospitales.

Hace unas semanas facebook me recordó una foto de hace ocho años en que salgo tomando de una lata de energético, en la arena a pocos metros del mar, pero en lugar de tomar de la lata, estoy tomando con pajilla de plástico, en la playa. Yo no lo veía mal en ese entonces, hace ocho años yo era una ciega ambiental y una ignorante del océano.

Me puse a revisar fotos viejas y encontré muchos copos, con pajilla, vaso y cucharita de plástico, pipas con pajilla y cigarros apagados en la arena por mí misma.

Así respondo mi pregunta con la que comencé a escribir esta publicación. Presumí de mis pajillas y ensucié tanto por la misma razón que mi papá fumaba conmigo en brazos. Por que nadie nos había abierto los ojos.

Ahora, ocho años después de la foto de la lata con pajilla, sé mucho sobre temas ambientales, sobre la amenaza del plástico de un solo uso y del terror que el estereofón está causando en el planeta. Ahora cuando voy a caminar a la playa, la mitad de mi paseo recojo basura, pajillas especialmente, muchas veces volando sueltas o medio enterradas en la arena y otras veces junto a los vasos de plástico de los copos o aún colgando de la pipa que alguien se tomó posiblemente en menos de dos minutos. Lo cierto es que ahora las puedo ver y antes no.

Ahora tengo otro tipo de visión, las encuentro entre la arena y las veo en las fotos antes de ver todo lo demás. Esa es la diferencia; que una vez que te das cuenta que son grandes culpables de la contaminación del océano, de la muerte de especies, de la contaminación de los hábitats, ya no se ven tan bien en las fotos y empiezan a estorbar, al igual que ahora veo el cigarro de mi papá en las fotos y antes ninguno lo hubiéramos notado.

Así se verán todas esas fotos con pajilla de hoy en el futuro, igual de mal que mis fotos fumando, esos detalles que arruinaron muchos recuerdos lindos que tengo en fotos y que ahora quisiera borrar con photoshop. Pero en lugar de borrar los detalles que mancharon mis fotos del pasado, ahora me fijo en los detalles que no arruinarán también mis recuerdos del futuro, para que en un tiempo no tenga que quejarme de lo ciega que estaba por no darme cuenta que era demanda para la oferta de los productos más letales para la salud del único planeta en que podemos vivir.

Es por eso que no me gusta más de la mitad de las fotos que veo en redes sociales, es por que veo esas lagañas en las fotos que mucha gente no ve. Los mocos en la nariz de tus fotos del futuro.

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Lástima, era una foto linda.


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Los 21 días de yoga que me tomará crear un hábito

Al ser humano le toma 21 días para crear un nuevo hábito. Algunos lo ven como un mito; leer artículo el mito de los 21 días, yo lo vivo a diario y de no haberlo puesto a prueba no tendría tan arraigados los hábitos más básicos en mi vida. Por ejemplo, me tomó 21 días seguidos acostumbrarme a tomar agua en ayunas, antes de eso no había quién me hiciera tomar agua antes de comer, hasta que enfermé del estómago y la doctora me impuso esa nueva regla. Cuento los días religiosamente y veo como cada día después del número 15 la meta se ve como algo muy posible y pronto de alcanzar.

No recuerdo cuándo fue mi primer clase de yoga pero si recuerdo cuándo me enamoré de mí la que hace yoga, la que se vuelve más creativa y reflexiva durante cada práctica. Fue hace unos 10 años en Kasasana ahora Kasananda la euforia de haber encontrado algo que me hacía enormemente feliz de adentro hacia afuera me hizo salir al jardín del estudio, era una mañana fría y me había tenido que levantar antes de lo normal para llegar a esa clase. Luego me sentí enganchada y no pude parar.

Hasta que la vida nos separó; tomé otra dirección y el yoga se volvió ocasional otra vez hasta que muchos años después esa euforia de antes volvió durante una clase y me volvió a encender esa chispa y a enamorar. En mi nuevo hogar me recibieron las Mermaids and Sailors y desde entonces cada clase la siento como nueva, única y mágica.

Mi problema es que tengo solo dos manos y miles de tareas al día que yo misma me he impuesto, por lo que es normal que diga: -hoy no voy a yoga, no tengo tiempo, tengo demasiado que hacer. Y así al día siguiente hasta que pasan semanas y mi cuerpo se empieza a encoger lentamente y lo puedo sentir. Pero sigo diciendo que no tengo tiempo.

Hasta hoy.

He decidido poner a prueba una vez más los 21 días que me toma crearme un nuevo hábito. No voy a ir a la India, ni siquiera a Nosara, lo haré aquí en mi propio pueblo, en el mismo estudio que me ha visto salir de ahí tantas veces tan feliz.

Soy mi propio experimento cada día; pero esta vez lo voy a compartir.

 

Foto, febrero 2017 cuando iba a yoga 3 a 5 días por semana.

El cactus en tu desierto

Sé como la flor que crece en la punta del cactus y le da color al desierto; delicada pero fuerte para vencer la dificultad.

Sé como la zorra que juguetea en secreto con la liebre; su supervivencia está en lo secreta que es su vida.

Sé como sol que se acuesta tarde pero no le cuenta a nadie lo que hace.

Sé como el cactus; que no se rinde aunque le haya tocado crecer donde los árboles más frondosos no duran un día.

Que tu desierto esté lleno de magia, por que solo los que deciden brillar y ser sombra para los demás logran la eternidad de los recuerdos.

 

¿En qué te afecta la pesca de arrastre?

Foto portada por Jordi Chias.


 

El pasado 20 de abril cerca de 400 pescadores artesanales acompañados de diferentes grupos ambientalistas protestaron frente a la Asamblea Legislativa pidiendo se frene la intención del gobierno de restaurar la pesca de arrastre que fue prohibida en Costa Rica desde el 2013 por la Sala Constitucional, argumentando sostenibilidad en esta práctica bien conocida por sus efectos devastadores en el fondo marino y todas las especies que se extraen como pesca incidental.

El problema es que por cada 10 kilos de camarón las redes de arrastre también sacan 90 kilos de otras especies como tortugas, delfines, tiburones, rayas y peces de todo tipo, que no son el objetivo de esta pesca y que son desechados al subir las redes de arrastre, ocasionando devastación en el fondo marino, daño a las poblaciones de las especies y causando contaminación en el océano. Además de los cientos de miles de mamíferos marinos y tortugas mueren cada año por estrangulamiento o ingesta de materiales de pesca.

La Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa ya ha recibido este proyecto en varias ocasiones, durante este gobierno también impulsado por Vivienne Solís de Coope Solidar, hermana del Presidente Luis Guillermo Solís y coordinadora de esta peligrosa iniciativa.

Esta práctica aunque está prohibida en Costa Rica igual se lleva acabo. Los habitantes y pescadores de Guanacaste se van a dormir cada día con el paisaje de los camaroneros posicionados en el horizonte de sus playas que deberían estar protegidas, aún muy cerca de Parques Nacionales y muy cerca de sitios importantes para las especies y la práctica del buceo como es el caso de Playas del Coco muy cerca del Parque Nacional Santa Rosa, Playa Danta, Potrero, Islas Catalinas y muchas zonas más del Norte de Guanacaste. El golfo de Papagayo y Golfo de Nicoya amanecen cada día con tortugas muertas en la arena.

¿En qué le afecta a los pescadores la práctica de la pesca de arrastre?

En que dentro del %90 de la pesca incidental que se desecha para conseguir ese %10 de camarón está el sustento diario de sus familias y su pan de cada día.

Tanto las especies que controlan el balance del océano como las especies buscadas por los pescadores artesanales para su comercialización están siendo barridas por esta letal técnica acabando también con su ciclo de reproducción. Los pescadores salen a trabajar y regresan sin nada por que el pescado ya ha sido arrastrado por dichos barcos para satisfacer la demanda de camarón en el mercado.

p-32-pescailegal.jpgFoto por JournOwl

¿En qué le afecta al sector turismo la pesca de arrastre?

En que nadie paga un barco para ir a hacer snorkeling, pesca deportiva, ir a surfear, o simplemente de forma recreativa para ver tortugas flotando hinchadas producto del arrastre además de muchas otras especies en el camino.

¿En qué te afecta a vos?

En que de no cambiar nuestras prácticas de consumo estamos incentivando la demanda de especies que arrastran prácticas devastadoras para llegar hasta nuestra mesa. En que si quieres presentarle las tortugas, delfines, tiburones y toda la diversidad que ofrece el océano a tus futuras generaciones debes actuar ahora y ser parte de la solución.

Desde diciembre los pescadores artesanales de Santa Elena y el Jobo en la Cruz de Guanacaste se empezaron a manifestar ante INCOPESCA en Cuajiniquil por la presencia de barcos camaroneros arrastrando dentro de la Bahía Santa Elena y zonas aledañas con poca profundidad. Este 20 de abril fueron los grupos de pescadores de todo el Pacífico de Costa Rica quienes se hicieron presentes para reclamar la protección de sus recursos y los nuestros.

La intención del gobierno de rehabilitar la pesca de arrastre sigue vigente.

un poco de perspectiva foto andres bermudezFoto por Andrés Bermúdez.

Un estudio de la Universidad Nacional UNA en el 2015 reveló que:

  • 15.000 Son los empleos que genera el sector pesca artesanal.
  • 590 Son los empleos que generan las actuales licencias de camaroneros.
  • 27 Son las licencias que se encuentran operando.
  • 37 Veces menos que sus jefes es lo que gana una peladora de camarón.

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Una especie a la vez, estamos acabando con el planeta.

Pez Sierra capturado en San Carlos, publicado el 4 de abril en la página En busca del Pez Sierra.


 

Esta semana la asociación En busca del Pez Sierra reportó un caso más de captura de un ejemplar de este pez en peligro crítico de extinción en el Río San Juan en San Carlos.

En esta zona ya se han reportado varias capturas similares en las últimas semanas, todas de pez sierra de gran tamaño.

La asociación En busca del Pez Sierra señala como única esperanza de este pez, que la población se involucre y lo haga famoso.

¿Cómo? Compartiendo la información para educar a los demás, primero sobre la existencia de esta especie y segundo su inminente extinción si no hacemos algo.

El pez sierra también es parte del último trabajo documental de Rob Stewart de Shark Water y en el momento de su desaparición su misión era filmar y documentar al escurridizo pez.

En Costa Rica, aunque las capturas de este pez muchas veces son accidentales, sí se pueden evitar y vale la pena especialmente si se habla de una especie tan al cerca de desaparecer. El pez sierra puede alcanzar los siete metros y el decline en sus poblaciones se debe a sus características ya que al encontrarse con uno de ellos, las personas lo ven como un trofeo con el cual lucrar gracias a su poderosa sierra. Todavía es normal encontrar sierras de este pez como objetos decorativos en bares y restaurantes incluso en las salas de las casas.

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Pez Sierra capturado en San Carlos, publicado el 8 de mayo en la página En busca del Pez Sierra.

Hoy el Pez Sierra está incluido en el Apéndice I de CITES, que prohíbe la tenencia y comercialización de cualquier producto procedente de animales en peligro de extinción en todo el mundo y aunque Costa Rica no es el mejor ejemplo de un país que respeta las convenciones internacionales de las especies amenazadas, nosotros sus ciudadanos tenemos la responsabilidad de proteger a todos los que podamos de la corrupción y el desinterés.

La educación es la única forma de proteger a las especies de nosotros mismos; muchas organizaciones apostamos a los niños quienes tienen el futuro del planeta en sus manos. Pero mientras estos ciudadanos bien educados en la materia llegan a ser líderes en sus comunidades necesitamos actuar o de otra forma muchas especies estarán solo en tristes imágenes como la portada de esta publicación, en manos de humanos y sus hijos que no supieron su verdadero valor y los llevaron a la extinción.

Más sobre el Pez Sierra en la página En busca del Pez Sierra.


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La Sirena que lucha por salvar el Océano

un pococ de perspectiva la sirena costa rica

Hace siete años conocía a la Sirena; íbamos las dos en una microbús desde San José rumbo a Guanacaste y de casualidad nos sentamos juntas.


Renate Herberger es su nombre y esto fue lo que me contó.

Hace 10 años comenzó a nadar para aliviar el dolor de una trombosis en su pierna izquierda producto de un accidente; Recuerdo sus ojos color turquesa océano como se entrecerraban enternecidos contándome como se siente mejor estando en el mar que en tierra.

la sirena costa rica un poco de perspectivaRenate y tiburón ballena.

Renate es verdaderamente una sirena, su cuerpo danza con el océano junto a su vasta diversidad, su energía le permite nadar sin esfuerzo largas distancias y así completar sus rutas diarias de hasta 8 horas, alegre y llena de vitalidad.

Es alemana, terapista y porfesora de danza con una extensa formación musical, vive en Canadá y desde el 2007 vino a Costa Rica a nadar larguísimas distancias llevando un mensaje de conservación por el océano, utilizando la atención lograda para levantar la voz. Y es que después de todo, luego de nadar tantos kilómetros, sola en mar abierto, uno quiere saber por qué lo está haciendo. ¿Cierto?

El sufrimiento tras la pérdida temprana de un hijo la llevó por muchos caminos pero el mejor de todos fue convertirse en una vocera del mar y sus recursos y desde hace 10 años decidió emprender esta lucha; nadar todo lo que le sea posible llevando este mensaje cada vez más lejos. La contaminación, el uso innecesario y desmedido del plástico, el mal manejo de las aguas producto del desarrollo en las costas, la malas prácticas pesqueras son parte de los temas que Renate aborda en sus misiones, y es que claro, quién mejor para testificar ante esta problemática que alguien que se topa con la devastación directamente en su cara bajo el agua.

Al salir del mar Renate completa sus días impartiendo talleres a niños en escuelas y adultos sobre la importancia de cuidar el océano y proteger sus especies.

Su meta es educar e inspirar a otros a luchar por lo que tenemos y nos da vida, para heredarle un mejor planeta a los que vienen detrás.

la sirena y estudiantesCharla en colegio costero.

En total hasta el momento Renate ha nadado 7654 kilómetros en 10 sesiones en mar abierto, vigilada solamente cada vez por un pescador en su panga en caso de alguna eventualidad y acompañada de toda la vida marina que la escolta en cada ruta.

En sus viajes Renate La Sirena ha compartido su mensaje con cerca de 40 000 niños al rededor del mundo.

El próximo enero Renate La Sirena cruzará por octava vez el Pacífico de Costa Rica acompañada por Nakawe Project y su querido océano para conmemorar sus 10 años de lucha, para inspirarte también a luchar, a cuidar y a proteger lo más valioso que tenemos.

Sigue el viaje de esta Sirena en http://costaricamermaid.net/blog/ inspírate y actúa.

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¿Cuánto te extrañaría el planeta si te fueras hoy?

un poco de perspectiva rob stewart

Hace un par de meses recibimos la terrible noticia de que Rob Stewart había desaparecido en una expedición de buceo en los cayos, Florida. Las probabilidades de encontrarlo vivo eran nulas.

Ese día el planeta perdió uno de sus grandes héroes, una pérdida incalculable para el océano.

Con su trabajo Rob Stewart se encargó de revelarle a las masas la realidad sobre los recursos marinos y el estado de las poblaciones de tiburón en el mundo; fue quien desenmascaró y puso en un documental la realidad para que la gente común como nosotros la pudiera entender. Gracias a su trabajo, hoy muchos ciudadanos luchamos por la conservación y la salud del océano. El trabajo de Rob Stewart nos abrió los ojos a quienes no teníamos idea de lo que estaba pasando. Le llevó la información y las imágenes a quienes podemos luchar de ahora en adelante; sacó el secreto de los círculos cerrados de los biólogos y conservacionistas y lo expuso a las masas. A nosotros que comíamos tiburón, a nosotros que nuestro gobierno permite la exportación de aletas a Asia y el consumo desmedido de su carne y venta libre en los supermercados.

A nosotros que desde que nos dimos cuenta ya no somos los mismos.

Ese fue el legado de Rob Stewart, cineasta canadiense que hasta el último día de su vida luchó por pasar el mensaje a más personas, para poder hacer de esta lucha una realidad y para que vos y yo también lucháramos. Su trabajo no morirá mientras llevemos su mensaje uno a uno hasta que seamos una mayoría.

¿Y vos? ¿Cuánto te extrañaría el planeta si te fueras hoy?


 

Donde las madres libres alimentan a sus hijos y los enseñan a ser valientes.

Solo quiero vivir donde las madres libres alimentan a sus hijos y los enseñan a ser valientes.

Nací en 1981, en ese entonces las señoras se cubrían con una mantilla de tela o una frasada y nos daban de comer cuando teníamos hambre. El pudor de las madres desde que recuerdo en el sentido de la lactancia es demasiado bello. Cada una maneja ese momento mágico a su manera. Unas como mi mamá nos dan de comer al primer llanto, donde sea necesario cubriéndose un poco. Otras completamente descubiertas con su maravillosa femineidad llena de nutrientes y sus hijos pelliszcan de emoción la piel descubierta del amor de sus vidas.

Las madres en media lactancia son como leonas, empoderadas y dotadas con las cualidades más exquisitas para proteger a sus cachorros.

Pero todos nosotros, el resto de la manada de esta sociedad somos responsables de cuidarles las espaldas.

Hace unos años esperaba en un sillón de un pasillo de Multiplaza cuando una señora se sentó frente a mi y muy tímidamente se preparó para darle de comer a su bebé. Junto a mi estaba sentada una pareja de adultos que andaban de compras y cargaban sus coloridas bolsas de plástico y de papel. La señora después de expresarle a su pareja el asco y repudio que sentía por la escena que estaba a punto de ver, se fue a buscar a un guarda de seguridad para que pusiera orden en la salita de descanzo que todos compartíamos. Al señor no le importaba ni le molestaba el asunto de la lactancia. Él ni siquiera había notado a la señora acomodándose su redondo y cargado pecho a punto de dejar salir el más preciado líquido para la vida humana después del agua. Sino que quien estaba incómoda era también una mujer.

La mamá del bebé no se dio cuenta del drama. Ella estaba en ese transe que tienen las madres cuando lo único importante son sus vulnerables y pequeños hijos.

Después de algunas succiones vitales el bebé movía los brazos de emoción; después de todo su super héroe personal lo estaba salvando de una de las amenzas más crueles de este mundo, el hambre y lo estaba protegiendo en sus brazos de todo lo demás.

Decidí que mi trabajo en esa manada temporal de los sillones era proteger a la leona para que pudiera terminar su momento mágico en paz y sin molestias. Así que alcancé a la mujer que había dejado a su esposo con las bolsas y haciendo uso de la mejor psicología que pude sacar en ese momento le advertí que si arruinaba la hora de comer de ese ciudadano del futuro, alguien ese mismo día o el siguiente o el siguiente, le iba a arruinar su día también, le dije que para cuando terminamos de discutir la señora y el bebé ya iban a haber terminado su ritual de vida y que por favor, por favor pensara en que esa señora y ese bebé podrían ser alguien de su familia y que se imaginara a sus seres queridos comiendo marginados en un baño de centro comercial.

No les puedo decir cómo terminó la historia de la pareja. Cuando regresé a chequear a la señora ya había satisfecho el hambre de su hijo y estaba lista para seguir su camino, el señor estaba aburrido de esperar a su mujer y la persona que yo esperaba ya había llegado.

Lo que sí me llevé ese día fue la convicción de proteger a las leonas de la manada que me toque y el asunto de la lactancia es como un cuento de hadas para las personas que no tenemos hijos. Es realmente mágico y romántico como las madres y sus cachorros comparten ese momento si son lo suficientemente afortunados. Y cómo este derecho no debería ser impuesto en la sociedad sino organicamente natural.

En la foto de portada mi sobrina tenía hambre y mi hermana, una mujer libre, le dio de comer.

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La siesta (Cuentito)

Publicado el 24 de octubre del 2010
Imágenes originales de la musa (aún está intacta).

Serpenteando tu costado no sé si aun duermo,

me escurro en rincones donde no llega el viento.

La luz de la ventana sobre nosotros se recuesta,

la mañana destella y se invita a nuestra siesta.

Tu espíritu es el soplo del dueño del tiempo,

el mío es susurro y de él es mi aliento.

Te busca mi boca y la tuya le contesta

y los sueños de ojos cerrados,

una a la otra se cuentan.

Recorro tu regazo y en tu pecho me detengo

un par de manos blancas buscan su dueño.

Dos ramos de dedos pasean traviesos,

y las sombras en la cama dibujan un cuento.

Tu media sonrisa me hace cosquillas,

te despierto con dos besos en cada mejilla.

Te veo y me ves y en tus ojos me veo,

son los espejos más bellos y conocen mis deseos.

Tus brazos me atrapan me refugio en tu cuello

y desde el alma te regalo un suave ronroneo.

Somos libélulas jugando en invierno,

ahora estamos solos suspendidos en lo eterno.

Derrite el calor mi almíbar con tu miel

es alquimia de azúcar mi piel y tu piel.

Mis muslos te cuentan cuánto te extraño.

un pajarito nos silba desde un árbol cercano.

Mis dedos acarician de tu pelo la seda,

nos mecemos entre almohadas

mientras sube la marea.

 

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La basura que escondemos debajo de la alfombra

Fotos portada Teletica.com


A la izquierda, la entrada del público al concierto de Metallica; a la derecha, Playa Herradura en una marea alta.

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¿Qué tienen en común las dos situaciones?

Que lo importante no es a quién le toca limpiar sino cómo llegó toda esa basura hasta ahí.

Cuando ayer el público del concierto de Metallica empezó a entrar al Estadio Nacional, se develó poco a poco la alfombra de basura que iban dejando atrás.

Durante las tomas del público que esperaba su turno para entrar, ya se notaban los tapetes de basura acumulados por toda la zona verde en las afueras del estadio y caminando entre la basura, sin mayor incomodidad, las personas.

Similar a alguien que bota la basura por la parte de atrás de su casa que da al río, las personas en algunas situaciones se sienten en el derecho de delegar la responsabilidad de sus desechos a alguien más. Al río que pasa atrás de su casa, al viento que sopla en la sabana y desaparece la basura por arte de magia o en este caso a que el ojo popular, muy fácil de distraer del punto importante, se enfoque en -a quién le tocaba recoger la basura de los demás-.

En este tema sobran los cómplices. ¿Cómo vamos a distraernos como un gato con una sombra en la pared, viendo como se tiran la papa caliente la organización y la Municipalidad?

En un principio lo que debería de ser señalado es el hecho de que sentimos que no es problema de nosotros, nuestros propios desechos. Tenemos todo demasiado fácil. Vamos a la tienda, compramos todo, consumimos todo, pero nuestros propios desechos no son nuestra responsabilidad.

Si estamos en la capacidad de consumir X cantidad de bebidas, más X cantidad de snacks, deberíamos tener también la capacidad de reducir al máximo el volumen de los envases, las latas, botellas y en envolturas y tener la capacidad de esperar para poder disponer de ellos de una forma “civilizada” en lugar de tirar la basura debajo de la ilusión de alfombra invisible que causa un molote de gente haciendo lo mismo.

Ya sea en un concierto de Metallica o en la Romería. Una aglomeración significa una cantidad ridícula de basura que queda atrás. Detrás de cada maratón hay una brigada de limpieza recogiendo las bolsitas de agua lanzadas por los corredores y miles de botellas de plástico a la orilla de las calles producto de desecho de la sed los espectadores. Detrás del festival de la luz, el tope o el carnaval hay millones de latas dispuestas en los caños y alcantarillas y cada área verde termina forrada en plástico y aluminio.

Recuerdo ir de paseo cada cierto tiempo a la cabaña de un familiar en la montaña, el camión de basura no llegaba hasta esta propiedad entonces cuando hacíamos las compras para los días que íbamos a estar allá, mis tíos compraban cosas que produjeran la menor cantidad de desechos posibles, porque claro, ellos tenían que guardar su basura en la casa y llevarla al centro del pueblo cada semana.

Eso fue en los ochentas, ahora muchos años después me imagino que el camión de basura llega hasta ese lugar y los vecinos no deben de preocuparse por producir menos basura, como antes.

Así que el punto no es si hay cientos de basureros o uno solo. El punto es que somos cómodamente consumistas y no nos importa cuánto ensuciamos ni nos hacemos responsables de todo lo que queda después de consumir.

Basta ver los causes de ríos a la altura de Orotina, Atenas y sus desembocaduras en el Pacífico, para ver dónde está gran parte de nuestra basura del GAM.

Cada pajilla que se lleva el viento de alguna forma logra ir a parar al mar. Y cada kilo de plástico que pudimos evitar pero no nos importó, de alguna forma nos lo volveremos a encontrar. En una inundación, en el desbordamiento de un río o la próxima vez que nos sentemos en la playa a ver el mar.